Las habilidades necesarias para incorporarse satisfactoriamente en el mundo laboral moderno ya están claramente identificadas: resolución de problemas complejos, pensamiento crítico, creatividad, trabajo en equipo, inteligencia emocional, capacidad para la toma de decisiones, negociación, flexibilidad cognitiva y manejo de las herramientas digitales.
Los enfoques que todavía se están usando en casi todos los sistemas educativos pudieron ser exitosos en el pasado y para algunos estudiantes, pero ya no son funcionales. Los nuevos desafíos, como el cambio climático, las migraciones, el desempleo y la necesidad de un nuevo contrato social que garantice la convivencia global y el estado de bienestar, están promoviendo la aparición de nuevas profesiones.